Para mi la París-Roubaix, empezaba el día anterior, con 165 kms para hacer Bruselas-San Quintín, desde donde empezaría la clásica; Por lo que cargo con algo más de material, y comida. Ya como los belgas, con mochilita.
En San Quintín aprovecho para ver un poco la ciudad y por donde pasa la carrera para no perder tiempo por la mañana.
Al llegar al hotel, compruebo que la mala gana es resfriado. Me viene de golpe nada más ducharme. Un trancazo de impresión. Por suerte no me molesta para dormir, sin embargo, el pronóstico de lluvia-nieva, viento de cara y ahora el bajón físico, hace que moralmente vea la clásica aún más complicada.
Mañana será otro día, mi objetivo es intentar acabarla sin ninguna pretension.
A las 7.00 ya estoy dando pedales… No llueve, como decían, ni nieva. Solo algún copo, que ni llegaría a mojar el suelo.
Poco a poco va a amaneciendo. Tampoco hace tanto viento como decían.
1ºC, eso también marca mi cuenta. No me encuentro muy mal, pero procuro no respirar por la boca, ya que me duele la garganta. Voy suave suave, tirando de desarrollo en los repechos. Con mucha calma. Mi objetivo hacer 20 de media! y llegar bien para coger un tren de vuelta de día.
Nada más entrar en Busigny (8.15), me encuentro con más gente.
Omnipresentes las marcas se ven desde lejos, así como la policía marcando algunos cruces.
Uno con el que compartí un tramo de la Roubaix. Rodaba fino, como sus cubiertas.
Tras el primer tramo de pavé!
El espectáculo de bidones es dantesco. Por lo menos había 60. Un tramo rápido, con cierta bajada, y duro, más de lo que pensaba (y eso que no sería de los peores, ni mucho menos).
Gente parada, recogiendo el bidón, arreglando pinchazos…
Al principio están marcados los tramos adoquinados con pancartas, que te indican el número que queda. Aunque enseguida desaparecen las indicaciones. Aún las estaban montando parece ser.
Con las ruedas gordas se va bien. Hasta las tres estrellas se puede hacer fotos sin problemas. En los de 4, mal, en los de 5… imposible!!
Tras los bidones llega la gente pinchada. En todos los tramos se veía gente en la cuneta arreglando pinchazos.
Los tramos se hacen amenos y a partir de aquí muy entretenida la marcha. Los kms iniciales me hacen ver un poco mejor la perspectiva de la carrera, y la mentalización previa de que iba a ser largo.
Sin embargo en los tramos de pavé me crezco y es que casi con la inercia voy adelantando a la gente, y eso siempre motiva.
Ya con ganas de que llegue Arenberg (aunque es de los primeros trams empedrados aúna 70 de meta).
Esto me suena de haberlo visto por la TV.
Las autocaravanas son señal de que se aproxima. Y a lo lejos se ve el punte en medio del bosque.
2.400 metros de pavé (por llamarlo de alguna manera) en una recta que pica hacia arriba.
Foto en el monumento ciclista.
Al de poco paro a hacer fotos del pavé. Es dificil mostrar lo duro que es. Las piedras parecen puestas al azar. Es casi una trialera!
Pese a ser un tramo largo, y duro. Se hace ameno, quizá por el lugar “mágico” y la historia que entraña ese lugar. Eso sí, es duro. Más de lo que pensaba.
Luego viene un tramo reconstruido, el de “Pont Gibus”. Restaurado pero “a conciencia”, para que esté botoso como antaño… parece ser.
Aunque tiene arcén “ciclable” por el que se va más cómodo. Para las fotos, hay que ir por el empedrado.
Pont Gibus.
Y tramos alternos de carretera, en la que se agradece salir.
Trazado sinuoso de la marcha. Donde si te fijas se puede ver en el horizonte a ciclistas, e incluso en algún tramo la estela de polvo que estos sueltan a su paso por los tramos de pavé!
Una bonita imagen, aunque la foto en este caso sea un poco mal.
Otro tramo de pavé. Hornaing creo que es. Muy largo. y con varias curvas.
Por el arcén se va mejor, pero tiene su riesgo. Hay agujeros, y casi siempre el bordillo, amenazante.
Y más tramos de pavé.
No soy el único con bici de ciclocross! De echo, entre la gente con bici de cross, y de monte, éramos mayoría.
Este es el siguiente al de “camino del molino”, pero en el letrero pone “Pavé Gilbert Duclos-Lassale”, y en la ficha de tramos adoquinados debería ser, “bourghelles”. Ni idea.
Al final es una locura los tramos de pavé. Con sus diferencias, en cuanto a longitud, trazado, y dureza. Al final vas atento del suelo, o el arcén, y poco ves del paisaje (aunque muchas veces es una ventaja ya que es llano y bastante monótono).
Al no poner kms que faltan a meta, ni los tramos de pavé llegamos a Roubaix, casi sin darnos cuenta. Solo por lo que nos dice el cuentakilómetros, y por que la emoción se palpa en el ambiente. La gente aprieta, el tráfico aumenta, y las ganas por llega al velódromo crecen.
Un sprint en condiciones en la vuelta de honor al velódromo cierran una jornada que pese al constipado he salvado muy dignamente.
Buenas sensaciones (para lo flojo que iba), ruta amena, entretenida sin percances. 🙂
Y una foto de la protaginista en la linea de meta. Sin duda que ha echo un poco más facil la dureza del pavé.
De vuelta al tren, hago minitraslado al primer pueblo Belga (ya que hay más frecuencia de trenes). Mouscron.
Con las prisas, y el viento de cara… hace que llegue justo a la estación. Saco el billete y me dejo la cartera en la taquilla!! Al montar en el tren me doy cuenta… ya tarde. Lo confirmo de camino a Kortrijk. Hablo con la revisora, le pido que llame para confirmar si está y decirle a ver en que tren puedo volver. Que hay cada hora, 44min en Kortrijk. Así que vuelvo en tran ahora con viento a favor. Son solo 12 kms, tardaría unos 20 min. Y gané más de hora y media!
Recuperé la cartera, y con algo de tiempo cogí el siguiente tren, una hora más tarde. Pero con un cocacosa, para celebrarlo.
Ahora sí. Trabajo cumplido!
La bici llena de polvo, como debe ser.
Y las cubiertas en las últimas.
Segundo juego de cubiertas de cross de este invierno, ahora toca montar “slicks” toca la Amstel Gold Race!
Ey! Gracias por la crónica.
View CommentParece que te lo has pasado igual de bien contando todo punto por punto el camino, que recorriendo los kms y los miles de botes de pavés.
Seguimos!
De nada Txelu. Los adoquines no los conté. Los kilómetros de pavé, dicen que 54, que no está mal. (y eso que la mitad los haces pisando la hierva, y buscando “el hueco” para librar, jeje).
View CommentTe vas a hacer todas las clásicas? Qué guapa la crónica
View CommentSí, Motoretta!! Esa es la intención y el objetivo para este año, o al menos para este comienzo de temporada. Aún me queda la Amstel y la Lieja. (la Flech-Walona… creo que la dejaré para otro año si eso). 4 fines de semana, 4 clásicas, más de 250 kms. (y de extra, un prologo con la Gent-Wevelgem 😉 200kms y 4 Bigs).
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