Se nota que estamos más al este. A las 4 de la mañana ya empieza a clarear. Estar en altura también ayuda a que el día amanezca antes. Yo aún estoy acomodado en una cabaña de madera usada para la labranza. El bosque de pino es seco, mejor que en el fondo del valle, más con la humedad del río y en este caso el lago de Alleghe.
A las 6 me levanto y desciendo con prácticamente toda la ropa que tengo dirección al punto de control 3. Nada más salir del bosque la carretera está mojada por el rocio. Estoy bajando por la general del paso Giau, luego me tocará remontar el desnivel por la antigua carretera.
En el punto de control de Alleghe toca poner la mejor cara, ya que la organización despliega medios para cubrir el evento. La recompensa de un buen desayuno ayuda (la pizza de anoche, fría no apetece mucho de mañana).
La subida a Giau se me haría muy dura, apenas he podido descansar, aun no me han dado los primeros rayos de sol y un par de ciclistas maduros me adelantan. No hace falta ser tan gráfico para ver que mi ritmo es una mierda. Me tumbo en la cuenta a echar una siesta de 10 min, es un uno de los tramos más duros (rondando el 14%), en ese momento coincidiendo con un vejete que le echa mucho pundonor, le mantengo el ritmo bien, pero se me hace muy duro, es dantesco que no hay fuerzas para mantener un ritmo a una cadencia normal, desesperado y usando al vejete como referencia, decido seguir a pie, lo peor es que voy más rápido a pie, y le acabo alcanzando. Es triste, pero la velocidad es similar a ir sobre la bici y es que no tengo fuerzas. Al de poco vuelvo a parar, es difícil gestionar la fatiga, y un paso como el de Giau con 9km al 9,5% no es poca broma.
Poco después me cogería otro corredor.
Subiría con él prácticamente hasta arriba aunque en el tramo final se me fue yendo, comentamos que otro corredor ha bajado por la misma vertiente (nos cruzamos con él). ¿Sería mejor opción? Es algo que casi nos preguntamos al momento. A mi no me preocupa, se que no voy a cambiar mi ruta aunque sepa que la otra alternativa es mejor. Es mucho riesgo: a perderse, a pasar por algún tramo prohibido (un túnel y no saber si se puede pasar o no), a no llevar bien indicados los cruces y perder tiempo, a acabar en una autovía o vía para automóviles, a que el tramo esconda alguna subida extra.
Arriba foto de rigor, él tiraría para la misma vertiente, yo continuaría para Cortina de Empezó donde compararía unos guantes (la noche anterior me los dejé olvidados en Val Gardena durante la cena), y otro cullote previendo que aún podría haber algún día de lluvia y que me quedaban unos cuantos días por delante.
El valle va continuamente picando para abajo y aunque vaya justo de fuerzas rodar “rápido” siempre es un aliciente. Aunque se me hace muy largo, voy vacío, solo pienso en parar a comer, pero no acabo de encontrar un supermercado. Poco antes de encontrarlo (apenas 2 kms después pararía en un Lidl) y tras pasar varios pueblos, paro a descansar. 10 min, en la cuneta, en una pequeña zona de descanso de la carretera. Un pequeño error de cálculo, que me haría perder algo de tiempo, pero necesitaba descnasar, y cualquier momento de descanso sirve para recuperar. Tras comer y reponer fuerzas una tarde calurosa por el norte de Italia, ya todo prácticamente llano camino de la costa.
Con el estómago lleno se rueda mejor. Poco a poco van pasando los kilómetros y recupero las buenas sensaciones (si bien no acabo de ir fino). La tarde sería bastante productiva. Tenia tan claro que a Eslovenía quería llegar como que esa noche dormiría sí o sí mis 4.5h. Las necesitaba y mi prueba a estas alturas de forzar las horas de sueño no fue buena. Error aprendido.
Por el camino coincido con varios corredores, entre ellos Nelly. No vamos viendo en la distancia, en la salida de los pueblos, en diversas paradas escalonadas. Es pararse 5 min en la cuneta y verlos pasar. Estimula bastante. Estamos en una carrera!
Antes de cenar coincidiría de nuevo con Neil, aunque no compartiríamos cena. No se donde se metió, que se paró en medio de la nada, en un tramo con bastante tráfico.
Como es costumbre ya, cerveza sin alcohol para acompañar, en este caso, la ensalada y la hamburguesa con patatas.
Continuaría un par de horas más, enseguida se me vuelve a acaba la chispa de la cena, y como está previsto a las 23.30 paro a dormir con el despertador puesto a las 4.30. Hace fresco pero encuentro un porche de una iglesia que ni en un hotel.
Duermo muy bien y me levanto renovado. Da gusto. El frío de la mañana hace un poco duro el rodar, pero no todo iba a ser malo ya que toca pasar la frontera a Croacia y un largo descenso camino de Trieste. Nuevo desayuno. Es pronto pero en breve volveré a dejar la costa y no tengo previsto encontrar muchos supermercados por el interior de Croacia, menos por Bosnia.
El calor de la costa de Croacia y las aguas cristalinas son tentadoras, deseo un baño tanto como parar. No hay tiempo. Me regodeo en los recuerdos de cuando rodé por esa misma costa un poco más al sur hace 3 años. Subo un par de fotos “como actuales” para despistar a los rivales (que creo que andan aún más atentos que yo a las redes).
La verdad es que a veces son una buena manera de desconectar y pensar en otras cosas aunque se pierda tiempo conectado al móvil (y rodar atento a él tampoco es que sea apropiado). Es difícil mantenerse concentrado pensando en rodar durante tantas horas, pero es una de las claves de la carrera.
Por el camino me encuentro con Alexandre Bourgeonnier (2), que nos vamos relevando en la distancia. En un cruce paso yo, paro en la cuneta y me recuperan la posición… Se haría dura la costa Croata, serpenteante y continuamente sube y baja.
Tras un alto de 600m, y pasar a Bosnia, parece que le paso por última vez echándose la siesta. No le volvería a ver hasta Cannakale.
El interior de Croacia también es quebrado, aunque el track me lleva mayoritariamente por los valles. También hay algún resto de la guerra, pero más bien casas abandonadas (y parcialmente derruidas), que restos vivos de la guerra. Un par de monumentos recuerdan la participación de la OTAN y los muertos de la zona.
Creo que empezamos a ir todos bastante justos y rodamos puramente con fondo. La cosa no está para exhibiciones.
En una bajada se rompe una de las bridas del tercer portabidón (cortada por el cable del cambio), por lo que no me lo pienso mucho para deshacerme del tercer bote, esperando no echarlo de menos en lo que queda. Hasta ahora estaba bien como reserva, pero era poco práctico. Lo he usado varias veces no obstante.
En Kinin, un pequeño pueblo en el interior de Croacia, y tras un largo descenso por una carretera bastante levantada, me encontraría de nuevo con Neil (172) y Meter Sandhold (77), estaban en una terraza abarrotada de gente, me dicen que el servicio es bastante lento así que tiro de supermercado una vez más. Ceno en la puerta del mismo y me tumbo casi una hora, quiero aprovechar un poco la noche, al menos tomarla con ganas antes de parar a dormir, y aprovechar el frescor de la noche.
Dos horas después comenzaría a sangrar “masivamente” de la nariz. A gastar pañuelos (que no llevo, así que la bandana), y ni por esas paraba de sangrar. Por ambas narices… No me preocupaba demasiado más allá de la incomodidad de sangrar ya que es algo “normal” en mi, me pasa a menudo con altitud y con estrés. Poco después pararía en una marquesina a dormir. Haría dos paradas de 1h aproximadamente, cambiando un poco la estrategia, probando cosas nuevas aprovechando que no voy tan fundido (otro error para la próxima, ya que es mejor hacer una parada buena que varias pequeñas, en corto plazo vale, pero parando menos de 4h no me sirve para recuperar bien muscularmente, se necesitan fases RAM).
Por la mañana me encontraría con Neil de nuevo, que me vería ensangrentado parado en la cuneta, y se preocupó por mi. Tanto como para obligarme a parar en un bar a limpiarme, y ponerme hielo en la nuca. Aunque no funcionó, casi media hora con hielo en la nuca y renovando pañuelos de papel no sirvieron de mucho.
Con papel en la nariz continuaría rumbo a Mostar. Sin poder coger aire por la nariz, se hace un poco más pesado paladear, al menos hacerlo a una intensidad un poco más alta. Aunque a estas alturas tampoco hay mucho gas y la diferencia en velocidad no es muy grande.
Mostar
Y otra subida larga con calor 35ºC y viento a favor en la parte alta, para acabar coronando en la frontera con Bosnia.
Ya no quedaba nada para el paso fronterizo con Montenegro.
Voy casi 2h por delante de Neil en 3 posición.
No sabemos como estará el paso, Neil ya me dijo en Trieste que estaría atento a quien pasara por delante para ver cuanto tardaba y calcular si era viable o no merecía la pena. La alternativa por carretera era hacer 60km extra, por lo que merecía la pena intentarlo.
Lo peor que estuviese cerrada la frontera o que tocasen muchos kms de tierra.
De los 32 kms de la carretera (R432) entre R432 y la E762 seguro que la bajada era de tierra, por lo que el asunto se reducía a unos 12 kms de tierra como máximo.
El comienzo de la subida es al 8-10% por una carretera estrecha en bastante buen aspecto. No parece muy antigua, motiva ver que van pasando los kms y la cosa continua un rato, pero no mucho, una pista de grava continuaría hasta el alto. Al final tan solo son 4 kms de tierra. Algunos tramos estaban muy rotos y presentaban mucha pendiente (por encima del 15%) por lo que tocó empujar la bici.
Ver la rodada del corredor que pasó por delante ayuda a seguir. Me entretenía buscando sus huellas en el polvo, ir rastreando su rodada, intentando interpretar si había derrapado, se le había ido la rueda de adelante, habría subido montado o empujando la bici. Evidentemente no estaba fácil y seguro que lo que imaginaba tampoco era fiel a la realidad, pero entre eso e ir buscando la mejor trazada, un par de tramos a pies y las vistas, se me hizo muy entretenido. En la cima estaba Mike Hall y su equipo para sacarme unas fotos y grabarme en vídeo una entrevista improvisada, donde me preguntaría por el sangrado nasal de la noche anterior.
Como corren las noticias, me pregunto en voz alta. Cómo se habría enterado? Resulta que Neil le llamo preocupado por mi salud.
La segunda pregunta de Mike fue si había perdido la conciencia, por lo que ya no me hizo tanta gracia. Lástima que lo censurase en el vídeo, donde todo queda en una anécdota.
El trasfondo a mi me hace plantearme cosas. Sería realmente algo inusual, algo más grabe de lo que pensaba? Neil habría llamado a Mike realmente preocupado por mi salud o como pretendía en el bar, para que me quedase descansando “un tiempo” o incluso pasase por un hospital a hacerme alguna prueba?
Yo me encontraba bien y pese a lo escandaloso que puede resultar la sangre, objetivamente tampoco supone “desangrarse” ni mucha cantidad.
El descenso hacia Durmitor es espectacular, ya con la puesta de sol. Atento a un par de túneles y un par de cuervas con mucha grava. Cualquier despiste puede suponer una caída.
En Pluzine pensaba que estaba el punto de control, pero no, en este caso estaba al final del segmento. Yo que pensaba que “llegaba pronto” ya que apenas eran pasadas las 19.00. Aun tendría 4 horas por delante. Ceno en un supermercado y me aprovisiono ya que no espero llegar antes de media noche (aunque Mike me diga que son 45kms y que se pueden hacer en 3h).
Se supone que en el punto de control hay donde dormir y “cocina”. Que haya comida es otra cosa. Me aseguran que sí (estará abierto), pero no acaba de estar claro si allí habrá comida (podré comprarla). Ese tiempo de información es ayuda en carretera, si quiero puedo llamar, pero en Montenegro no hay tarifa “europea”. Muchas dudas de última hora, pero que en ningun caso me inspiraba confianza con mi psicosis por la comida.
Tras almorzar (cena) comienzo la subida ya sí con los últimos rayos de sol. Tengo bastante marcada en la memoria la subida y es que el primer tramo es espectacular, remontando el valle en unas cetas oradadas en la roca y con las herraduras en túnel. Además se que en la parte de arriba tiene un par de repechos (no recordaba que hubiese tanta bajada entre los dos últimos tramos). Voy con ganas más que con fuerzas, en el anteúltimo alto, me paro ya es de noche cerrada, y estoy en medio de la nada. El cielo es sobrecogedor, con la vía Láctea bien definida y apenas luces en la lejanía del horizonte.
Me tumbaría sobre el cálido asfalto 10min que serían 15. Momento desconexión. No paré por fatiga (que sí la había, claro), ni por sueño (que también), sino por el echo de pensar donde estaba, que no dejo de ser “un viajero” aunque esté dentro de una “psicótica” carrera. Tiempo de pensar, de ver las estrellas, incluso ver dos estrellas fugaces.
Cuando me doy cuenta, tengo a un perro labrador acostado sobre mi cabeza. No ladra, sólo hace acto de presencia. Allí estaba guardián, custodiando lo suyo, haciéndome compañía.
Retomo la carretera, por la inmensidad del valle se ve a un par de montañeros o corredores que van ascendiendo la colina con dos antorchas. Están muy lejos pero se les distingue bien. Será por locos en el valle.
La bajada hacia el albergue se haría muy muy larga. Carretera muy estrecha con multiples curvas por lo que hay que ir muy atento a la trazada. Por si fuera poco se hace muy fría, con chubasquero y aún el frío se mete por todos lados. El sueño es un mal compañero en estas lides.
Llegaría al albergue exactamente a media noche. Aplausos, sello, flirtear con la gerente del garito, no hay que perder el humor. Una ducha, y el sueño que se retrasa una vez más ya que he hecho el último tramo sin GPS! Los últimos 3 tracks con la duplicidad del final en Grecia no se me cargan!! Necesito copiarlos de nuevo en la tarjeta SD y necesito un ordenador para ello. Uso el de la organización, pero no reconoce mi GPS. No tiene instalado el software y cuando lo instalo tampoco funciona.
1h probando cosas, descargándome los tracks del dropbox, y al final con la ayuda de un segundo GPS par usarlo de lector de tarjetas consigo configurarlo correctamente. Prácticamente una hora perdida! Otra más.
No todo iba a ser fácil
Esta noche si que mantendría 4 horas de sueño en buena cama, caliente y bien lavado.
A las 6 y poco saldría a rodar camino de Kosovo. Más incertidumbres en el horizonte con el paso fronterizo.
De momento disfrutando del Parque Natural de Durmitor – Valle de Tara (con el segundo canyon más grande y profundo del planeta!)
Aunque Kosovo no estaba tan cerca como recordaba en el mapa. Varios puertoa por medio, carreteras con bastante tráfico, y un último puerto bastante largo que da paso a Kosovo. Este ya sin apenas tráfico.
El paso fronterizo sin problema alguno, en Kosovo lleva un poco más de tiempo pero sin problemas para sellar.
A los pocos kilómetros de entrar en Kosovo vuelve el caos. Carreteras de nuevo sin arcén, con infinidad de tramos en obras, tramos de tierra, con amenaza de tormenta y con conductores temerarios, por no llamarlos de otra manera. Toca “enchufarse” y rodar concentrado.
Finalmente tocaría un pequeño tramo de autovía justo cuando empieza a caer la noche. Antes de entrar en la autovía reviso los mapas y el GPS, no hay alternativa, Recuerdo que en ese puntos tenía dudas en cuanto a si sería ciclable la autovía-nacional, si habría una vía alternativa o que. En Kosovo no hay google street así que no se podía hacer mucho más que dejarlo en manos de la improvisación. Al menos tiene un buen arcén y bastantes salidas a nivel, casas (algo que se hace muy raro) y hasta un Kebab donde paro en a cenar, previendo que me iba a alcanzar una tormenta que me pillaría nada más salir a rodar lo que me obligaría a refugiarme en una gasolinera a ver si pasaba la tormenta.
Otro error de cálculo, en este caso meteorológico. Es difícil calcular esas cosas, más en una tierra que no conoces. Aunque se vea la dirección de las nubes y sea evidente que va a llover, saber cuando lo hará es otro cantar.
Me refugio en una gasolinera, pasa 1h, dos… me lavo, me dejan tumbarme en un sofá que tienen en el interior y a la tercera hora les pido consultar Internet para ver el tiempo y ver por donde andan los rivales! Aunque me he echado varias siestas me ha trastocado la noche y robado horas de bici. Estoy ansioso por seguir o mejor dicho por quedarme a dormir unas horas más y continuar de madrugada. La previsión del tiempo no es clara. Sol, nubes y tormentas. Neil, me pasó mientras estaba refugiado y me saca casi 70 kms! Casi 3 horas!
No acabo de creérmelo, pero por detrás también parece que la gente sigue en movimiento. La verdad que en ese momento no llovía demasiado y solo quiero pensar que es solo en esta zona donde llueve. Pienso que los relámpagos son síntoma de una tormenta, y puede que sea local. Quizá Neil haya continuado en la lluvia y un poco más allá no llueva mientras yo sigo aquí esperando a que escampe.
Cabreado conmigo mismo descansar “cuando no toca”, molesto por continuar rodando bajo la lluvia y rabioso porque me haya adelantado Neil, me preparo para la lluvia ante la mirada incrédula de los trabajadores de la gasolinera que tras enseñarles el mapa con los corredores empiezan a entender de que va la cosa y me piden hacerse una foto conmigo.
Lubrico la cadena con aceite para agua, me pongo el chubasquero y los guantes largos y continuo a las 10.30 de la noche rumbo a Macedonia.
Sería dantesco, por momentos la lluvia es muy intensa, en el límite de tener que parar. La visibilidad es bastante mala y la carretera está anegada.
Al menos hay poco tráfico y parece que se me ve, ya que los coches me adelantan respetando bastante, al menos por la curiosidad de ver que es lo que hay en la carretera a esas horas que se mueve y no es un coche.
La cosa no mejora en más de una hora, empiezo a atravesar arroyos, tramos inundados, ver coches accidentados en la cuneta (vería 3, uno parado, uno boca abajo y otro salido contra el guardarrail), esquivar piedras… Noto que hay tramos con mucha arena, con grava, los tramos en bajada son todo un acto de fe.
Esa noche morirían 21 personas en Macedonia consecuencia de las lluvias.
http://www.bbc.co.uk/news/world-europe-37002364?ocid=socialflow_facebook&ns_mchannel=social&ns_campaign=bbcnews&ns_source=facebook
No quiero parar mucho tiempo, estoy empapado y no tengo alternativa, si paro en estas condiciones es en un hotel para secar todo y tras haber parado 3 horas no estoy por la labor de “perder” mucho tiempo, asi que toca ser rápido en la parada para no quedarse frío y seguir. Tiro de chocolatinas y cocacosa por primera vez, necesito energía rápida y estimularme un poco. La adrenalina me hace avanzar y continuar en una noche para olvidar. Por suerte el GPS parece que sigue funcionando sin problemas y se hace entender bastante bien pese a ser de noche y estar empapado.
Los auriculares dejan de funcionar, no quiero ni puedo revisar nada. Estoy 100% mojado, toca desconexión. No viene mal. Hay que seguir concentrado.
Al paso a la frontera con Macedonia, la cosa se calma, parece que la lluvia ya ha pasado y la carretera desciende hacia la capital (Skopie), serían como las 2 de la mañana, voy completamente mojado, pero al menos la temperatura es templada, pedaleo con los pies fuera de las zapatillas para intentar secar ambos, la ropa húmeda se entremezcla con el sudor, poco a poco se va secando todo, me tumbo un rato en una marquesina a descansar y decido seguir de noche. Me imagino que Neil se habrá quedado aquí a dormir en algún hotel y sabiendo que me quedan dos días para Cannakale, prefiero intentar abrir un poco más de hueco ahora y dormir algo la última noche.
Al de poco de seguir otra tormenta se acerca, otra vez diluvio y esta vez no tengo donde refugiarme, cuando llego a una gasolinera a las afueras de la ciudad es demasiado tarde y lo más fuerte ya ha pasado. Compro agua y algo para comer y sigo. Toca un pequeño alto para salvar la autovía, lo tengo bien marcado en el GPS, así que no me cuesta demasiado continuar, pese a que toca un tramo de vía de servicio y pasar por encima de la autopista.
La subida es una carretera antigua bastante rota (R1102). No se si por las lluvias o por el poco uso tiene bastantes tramos con mucha arena. Lo peor vendría después. Nada más coronar la carretera se convierte prácticamente en un camino, y en un par de pasos por debajo de la autopista es un mal camino (romperían el asfalto para las obras de la autovía), la bajada es lenta, aun de noche salvando los agujeros e intentando no pisar mucha grava. Voy contento por si con la lluvia no tuviese bastante. Pienso que al menos será un mal para todos ya que no hay otra alternativa en esa zona, la siguiente carretera obligaba a un rodeo bastante grande.
Saliendo a un embalse, carretera se convierte en doble carril y buen asfalto. la cadena chirría mientras el día empieza a clarear y me pongo a buscar una fuente o una manguera para limpiar la bici.
En Veles, paro en una gasolinera para limpiar la bici y poner aceite.
Parece que el día viene bueno y me siento optmista. Aceite para seco!
Cómo se nota rodar con la cadena limpia.
La Nacional paralela a la autopista tiene asfalto rugoso y el desgaste de la lluvia pasa factura al maltrecho cuerpo. Me siento bastante estupido por haber seguido rodando en la lluvia. No creo que fuese la mejor opción, pero tampoco quedaba otra.
En Demir Kapija, paro a desayunar o comer ya que es media mañana. Es un pequeño ultramarinos con comida local. Las latas son raras, el pan diferente, toca variar algo la dieta y probar cosas nuevas.
Nada más salir del pueblo, la carretera vuelve a romperse. Pienso que es por la proximidad de una cantera y el tránsito de camiones, pero pasada la cantera la cosa va a peor y la carretera se convierte en grava.
No hay alternativa a parte de la A1 (que ahora es sólo de un carril, pero es “solo para automóviles” y donde no está permitido circular con bicicletas), así que tras mirar el mapa y confirmar que estoy sobre el track tocarían 18 kms por una pista/camino bastante mala, con mucha piedra.
Se rueda lento, la rueda trasera derrapa, la bici se vuelve a ensuciar de polvo.
Entre la mojadura de la noche y el traqueteo de ahora (donde me llevaría más de una hora cubrir los 18 kms), llevo el cuerpo reventado. Mal para todos, quiero creer. Me empieza a preocupar que otros elijan la A1. Viento a favor y una carretera en ligera bajada mientras yo apenas voy a 18 kms/h salvando piedras y agujeros. En algún repecho me tocaría empujar ya que la rueda de 28mm se queda sin tracción.
Sufro por tener un pinchazo (mal menor), rajar la cubierta, o romper algún radio, la llanta… cualquier cosa puede pasar, pese a que esté todo bastante testado.
Continúo por la R1105 y se me hace raro rodar por asfalto de nuevo, parece que voy pinchado todo el rato.
Por suerte no he roto nada ni he pinchado.
La mala noticia es que el conector del GPS tiene agua, se ha oxidado o simplemente se ha estropeado y no puedo recargarlo! Me quedarán unas 5-6h de batería hasta que me quede sin GPS. Otro año otra vex con problemas de GPS. Por suerte tengo margen para acabar de cargar el movil con el Oruxmaps y poder continuar sin incidencias ni demorar tiempo en la orientación (llevo dos móviles y los dos con backup).
Continúo rumbo al paso fronterizo de Doraini, Gracia, anteúltimo país de la ruta me recibe con un bochorno insoportable.
Voy de gasolinera en gasolinera, el asfalto se pega a la rueda y hará como 40C.
La carretera bastante pestosa, sin muchas vistas y cuando salgo de la zona de los embalses (con más bochorno) continuo paralelo a la 12 con lo que es una vía de servicio bastante mala, de nuevo la duda de tirar por la general ya que es nacional (no autovía). Mientras haya vía de servicio prefiero ir por ella siguiendo el track planificado.
Pasado Serres continuo por la Nacional y al de poco me encuentro con Neil que me pillaría bastante fresco. Hablamos un poco de la lluvia de la noche, de la salida de Skopje y que él cogió la A1, porque se perdió a la salida de la ciudad y un policía le dijo que podía circular por allí. Lo que comprobaría luego es que no sólo rodó hasta Veles, sino que siguió todo el tramo hasta prácticamente Grecia, salvando el segundo tramo de tierra. Un poco raro ya que rodando por la autopista se ve paralela la nacional y por seguro en su track lo llevaría por allí (la autopista además es de pago por lo que se me antoja aún más complicado el que “se pueda rodar” con la bici).
Se le veía fresco y en un par de repechos me aprieta pero bien. Intentando descolgarme.
No estamos de paseo, ni parece que estemos por hablar.
Lo que me dice me deja roto perdido y la cabeza dando vueltas.
En Stathmos Lefkotheas paro a cenar y me despido de Neil que continua enchufado. Lleva un ritmo muy fuerte, no se si para fundirme o porque realmente va con mucha energía.
Intento seguir mi carrera, se que es la ultima noche y tengo a Neil sacándome ventaja. Supongo que no parará a dormir o lo hará muy poco pero yo lo necesito. En vez de parar 1h y media como pensaba, decido tomarme una siesta después de cenar para afronta la noche con ganas e intentar “enchufarme” un poco, ya a la desesperada.
La cosa parece que funciona hasta el alto que me salva de pasar Kavala y me aproxima a la costa (pasada las 00.00 de la noche). La bajada se hace dura, tratando de mantenerse concentrado y despierto.
Continuo ya no tan concentrado, la carretera es bastante buena, pero ya no tengo energía… y el sueño empieza a apretar. Me salgo de la carretera, sobre unas zarzas, lo que me hace decidir que hasta allí he llegado. No merece la pena “luchar” el segundo puesto. No estoy en condiciones. Me jode auto-renunciar, pero paro a dormir 1.5h sabiendo que tendré que defender el tercero. No he descansado bien y es que de nuevo vuelvo a sangrar por la nariz, al de una hora yendo despacio y ya con el alba casi encima decido volver a parar. Aún qued amucho y no voy descansado. No se por donde irán los de atrás pero la ultima vez les llevaba bastante ventaja, confio en mantener el colchon.
Cunado me despierto (me quedé en los bajos de una casa en construcción), una docena de perros callejeros me rodea. Tras el susto (mutuo) del momento, mantienen la distancia y decido recoger deprisa mientras se ponen a ladrar. Alguno hace el amago de arrimarse, pero creo que mi olor les impone bastante así como mi reacción de encararme a ellos. No se porque no me dan ningún miedo, o si me lo dan intento no ser consciente de ello.
El viento en contra sería la tónica del ultimo día. Muy fuerte, desesperante. A penas hay comercios y toca racionar la comida, por si tenía poco.
El sueño, el calor, el viento y los kilómetros. Esa es la tónica más que el bonito eslogan de “ride, eat, sleep and repeat”, aunque no andamos lejos.
Ruedo toda la mañana completamente desconectado. Undido por el golpe moral de Neil, por la fatiga, me dejo llevar e intento no fundirme con el aire esperando a que pasada la frontera de Turquia y cuando enfilemos dirección sur entre de lado o a favor.
La frontera turca parece no llegar nunca. Hay militares en los últimos pueblos griegos, y pocos coches en la carretera.
El paso de la frontera genera cierta incertidumbre. Con el Visado, paso sin problema.
En la primera gasolinera paro a comer y comprar unas gafas de sol que me dejé en la última marquesina (y no me apetecía desandar 2-3 kms).
Última parada para afrontar los últimos 120kms!
Miro el Trackleader y vienen dos a 18 y 40 kms! Tengo margen, pero me hace enchufarme, lucho el último tramo cara al viento con energías renovadas tras los 30 min de parada, confiando en que el viento me ayude en el último tramo, cuando giro a derechas e Kesan, rumbo a Gallipoli y Cannakale, el subidón de adrenalina me mantiene algo más de 1h rodando por encima de 40kms/h. Ahora el viento entra de lado bastante a favor. Un alto que subo casi a plato hasta arriba (uns 6-7kms al 4-5%). Me siento fuerte, aunque sepa que voy muy tocado.
En la bajada una gasolinera donde pararía a apostar agua. La subida con viento a favor a sido toda una ducha.
Ahora sí quedan 60 kms siguiendo la A87.
Mi track me llevaba por el ferry de Gallibou, pero como “la meta” estaba en “coger el ticket” en Eceabat (ante empate), no quiero tomar riesgos y perder el tiempo que tarde el ferry en cruzar el estrecho de Dardanelles.
La puesta de sol, con el mar mediterráneo a la derecha. Rodar concentrado, acoplado, moviendo casi todo el desarrollo que llevo 50×13 50×12 en algunos tramos, e ir “jugando” con la estela de aire que los camiones que transportan paja dejan a su paso y los ánimos que muchos de ellos daban, ayudan a recordar este tramo de “nacional” autovía con buen sabor de boca. Pensando en futuros retos, con ganas de más!
Hay buen arcén, por lo que es mejor que la mayoría de carreteras por las que hemos ido. Ya no queda nada y la noche va cayendo. La moral muy alta.
No acabo de llegar al ferry pero continuo enchufado. No hay tiempo que perder.
Coger el ferry con mezcla de estrés por sacar el ticket, y satisfacción de estar en el final, con la incertidumbre de si seré 3ero aún con la psicosis del último momento, con la orgullo de haber defendido bien mis cartas. La transcontiental está hecha!
Hablo con unos turistas alemanes mientras esperamos al ferry que no se acaban de creer que haya cruzado Europa en apenas 10 días.
En el ferry llamo a casa para informar que ya está hecho! Al otro lado Mike y su gente, Neil ya duchado con un helado (caerían unos cuantos los días siguientes) y Kristof Allegaert (con el que compartí un par de desayunos y alguna cerveza!)
3846kms, 9 días 22 horas y 51min después. 3er puesto*.
*Casi 4 meses después seguimos sin resultados oficiales ya que Neil:
– Se saltó el Parcour 4 subiendo Durmitor por la carretera general en vez del tramo marcado.
– Tomó la Autopista y vía para autos a través de Macedonia por 110 kms (no permitida para bicicletas), junto a el otros 8 tomaron esa carretera, con una media de 1h 50min más rápidos.
– El primer día fue ayudado por el corredor 114 a reencontrar su track, ya que se había salido de su ruta.
Pero en cualquier caso y como dice Mike, todos los que conseguimos completar el reto de cruzar Europa a través de los puntos de controles de la carrera somos ganadores. Para mí, bajar de 10 días y hacer 376 kms/día con 4.800m de desnivel era más de lo que podía imaginar en mis mejores expectativas. Así que muy satisfecho con mi rendimiento, y con lo aprendido durante la carrera. No me puedo pedir más.
Agradecer a los que me han apoyado y animado durante la carrera y los meses previos entrenando.
Una historia genial!!! Enhorabuena de nuevo y espero que si está demostrado que han hecho trampas, sean penalizados. Al Cesar lo que es del Cesar…
View CommentVaya crack! Zorionak!!!
View CommentQue penurias y zozobras, pero……..parece que te ha compensado, cuidate mucho. Las dificultades deben de tener varias caras y tu sabes elegir la que te compensa. Besos
View Comment¡¡¡¡¡bravo, carlos!!!!!!!
View CommentBestial la carrera y tu narración!! Zorionak!! Y a por más de estas!!
View CommentGracias! Ya pensando en la siguiente (bueno antes de acabar ya estaba pensando en la siguiente y con ganas de más)
View CommentÉpico! Leer tu crónica en este momento… da ganas de salir a dar pedales con frío y agua y lo que sea!
View CommentÁnimo, lo hiciste de fábula! Enhorabuena
Gracias Julio!
View CommentEnhorabuena, me alegro terminaras bien despues de darlo todo.
View CommentEskerrik asko Carlos! Un post con mucha emoción, muy intenso sobre todo el final y, al margen de los resultados finales, una gran hazaña conseguida con muchísimo esfuero y tesón.
View CommentGracias!
View CommentZorionak! Parecen increibles estas “carreras” o galopadas
“Me tumbaría sobre el cálido asfalto 10min que serían 15. Momento desconexión. No paré por fatiga (que sí la había, claro), ni por sueño (que también), sino por el echo de pensar donde estaba, que no dejo de ser “un viajero” aunque esté dentro de una “psicótica” carrera. Tiempo de pensar, de ver las estrellas, incluso ver dos estrellas fugaces
View CommentEres un máquina, ánimo paisano
View CommentMuy buen texto, gran narracion y mejor carrera!
View CommentSalud y pedal!
Impresionante Carlos,
View CommentHe disfrutado mucho leyendo tus experiencias en esta prueba. No soy “ciclista” pero se apreciar el valor que tiene este deporte especialmente en pruebas como esta. La verdad es que no se muy bien que decir…, me parece impresionante tu experiencia.
Bravo Carlos !!!
Gracias Javier!
View CommentDisfrutando y aprendiendo. Para mi ha sido una gran experiencia, intensa y satisfactoria.
Seguna vez que leo tu experiencia, excelente ! Enhorabuena.
Saludos
View CommentGracias!!
View CommentIncreíble Carlos, me encantan tus crónicas. Hacía tiempo que no entraba en tu blog y me he encontrado con esta sorpresa, a mi también me gusta mucho la ultralarga distancia pero admiro lo “buscavidas” que eres, yo soy menos vivo que tú, más señorito y mucho más perezoso. Lo dicho, enhorabuena por estos retos tan tremendos y a seguir porque es una pasada leerte. Un abrazo
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