¿Qué tipo de negocio quieres promover, los grandes almacenes o el comercio de proximidad?
Si quieres promocionar las grandes superficies, promueve los coches; si quieres promocionar la economía de proximidad, promueve la infraestructura peatonal y ciclista.
Morten Kabell (Concejal de Movilidad en Copenhague)
Eso es algo que tienen que tener en cuenta los comercios, los restaurantes y bares de la ciudad, muchas veces reacios a la reducción de coches en la ciudad. La mayoría de sus clientes van a venir andando (en coche se van a las afueras, a los centros comerciales).
Siempre, en todos las ciudades donde se han peatonalizado calles o reducido drásticamente el número de carriles, ha aumentado el tránsito de peatones y las ventas.
Pero las medidas no siempre son políticamente correctas, y ese es el problema que afrontan los políticos. El coste a corto plazo que supone la eliminación de plazas de aparcamiento. Concienciar a la ciudadanía y los votantes de dicho cambio, que fomenta un inmovilismo inusitado, y que hace que Bilbao (con un reparto modal muy peculiar), no evolucione. Así, en Bilbao el coche representa tan solo un 11% de los desplazamientos (intraurbanos), pese a la gran presencia que tienen en nuestras calles (el 24% de los desplazamientos totales).
Se toman medidas, se van haciendo avances; Las Calles 30, son una medida importante para proteger y fomentar el uso de la bici en la calzada, pero hay más medidas que se pueden tomar (y quizá prioritarias), como reducir el número de coches, aumentar los kilómetros de carril bici, reducir la semaforización (llámese calles amables, de plataforma única) o el uso selectivo, prioritario, y jerarquizando los medios de transporte: Peatón, ciclista, transporte público, y transporte privado (coche). Diagrama de eficiencia energética y sostenibilidad que no deberíamos de olvidar.
Pirámide de la movilidad. Esta pirámide determina el criterio general según el cual el espacio destinado en la vía pública para que peatones y bicicletas circulen con comodidad y seguridad debe prevalecer y ser garantizado en detrimento de los medios motorizados. Es por ello que este principio se le conoce como el principio de la prevalencia.
Por fortuna las tablas movilidad de Bilbao no son tan malas. En el reparto modal sigue predominando el peatón como modo prioritario (62%), el transporte público (27%) y el privado (11%). La bicicleta tan solo representa un 1% del reparto modal. Aunque las últimas estadísticas se hicieron hace 5 años.
Aunque un 11% parezca poco, las estadísticas hablan de desplazamientos “intraurbanos” por lo que sigue habiendo muchos más coches que entran y salen a Bilbao, llegando al 24% del total de los desplazamientos en vehículo privado (desplazamientos interurbanos).
Aún así, ¿Por qué siendo minoría tienen tanto peso en las calles? ¿Por qué tienen que tener prioridad? En la calles de Bilbao la calzada representa casi el 80% del espacio de nuestras calles, para un uso de un 11-24% (y la media de personas por vehículo es de 1.05p/coche).
Hay que desincentivar el uso del coche, si el único motivo para cogerlo es el de la “cómodidad”. El coche no es el medio de transporte más rápido en el casco urbano!
Es momento de ampliar muchas aceras, quitar parking (sobre todo el gratuito, ya que ese espacio es público y no privado) y construir muchos más carriles bici, más amplios (al menos 2m de anchura) y en un nivel intermedio entre la acera y la calzada.
Solución elegida en Copenhague, a “tres alturas”, acera, carril bici, calzada.
En Copenhague, teórica ciudad de referencia de Bilbao (como de tantas otras), están probando un sistema, llamado Ola Verde, que sincroniza los semáforos en las horas punta de tal forma que si los ciclistas circulan a 20 kilómetros por hora, los encontrarán siempre en verde, y prioriza el paso de los autobuses frente a los coches.
Esas sí son medidas integrales para favorecer la movilidad.
Siguiendo con las medidas que se desarrollan en Copenhague, en varios puntos de la ciudad hay paneles automáticos que cuentan el número de bicicletas que pasan: al final del día son decenas o cientos de miles, dependiendo del punto (como el que hay en el ayuntamiento), quizá debería de haber en más puntos de la ciudad, y en la calzada. Porque sólo existe lo que se mide! Por suerte, parece que desde un par de años se está midiendo la movilidad en bicicleta (aún por debajo del 2% de los desplazamientos).
Si realmente se quiere impulsar la bicicleta, o patines eléctricos, en Bilbao hay que darle espacio (robándoselo al coche, guste o no) y cuantificar su progresión (medir su uso en carriles bici y calzada), para poder confirmar que las diferentes actuaciones son favorables y hay un cambio modal. Darle visibilidad.
Pero no nos engañemos, Bilbao ya es mejor que Copenhague, no porque lo digan los políticos o porque no hay mucho por hacer, sino por las estadísticas. A día de hoy se utiliza menos el coche que en Copenhague, y es que contamos con que es una ciudad compacta, pequeña y distribuida por barrios.
Esto ayuda a fomentar la economía local, y a que la mayoría de desplazamientos se hagan a pie. El “Gran Bilbao” es otro cantar.
Eso es lo que hay que mirar, valorar y mejorar.
Qué ideas o recursos nos pueden ayudar a reducir la contaminación y el ruido en nuestras calles, cómo podemos mejorar la movilidad urbana, haciéndola más sostenible, saludable y eficiente.
Economía
Un dato importante, cada kilómetro recorrido en bicicleta, ahorra a la ciudad en salud pública (sanidad y reducción de contaminación) a 0,60€/km. En cambio cada kilómetro recorrido por coche, le cuesta a la sociedad 0,10€ (de ahí el impuesto de circulación, que no llega a cubrir el total de dicho gasto).
Es un dato que viene a apoyar medidas como las de Francia, de pagar a los trabajadores por ir en bicicleta al trabajo.
Cada vez que un conductor de coche reclama a los ciclistas que no pagamos impuestos; que no nos corresponde pagar, como IBI (espacio público) o Circulación (en función de las emisiones), ya podéis estar seguros, estáis haciendo un favor a la economía.
Educación
Pero en movilidad no sólo hay que hablar de calles, coches y bicis, también de educación.
Hace falta mucha concienciación, tanto a nivel de seguridad vial, como de conductores.
Educar sobre ecología, economía energética, contaminación, movilidad y ética. Ser conscientes de lo que contamina un coche, la responsabilidad que conlleva conducir uno. El impacto que tiene en la ciudad, lo que se contamina, la huella ecológica que hay detrás de cada kilómetro de coche, de cada coche nuevo que sale a la calle.
Y si seguimos cogiendo el ejemplo de Copenhague, allí se invierte un 7.8% del PIB en educación frente al escaso 3.8% de España.
Fuentes:
- Morten Kabell (Concejal de movilidad de Copenhague).
- Ayuntamiento de Bilbao (PMUS 2018).
- Gobierno de España: Obervatorio de Movilidad Metropolitana.
- Plan Director ciclable 2003-2016
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