Desde Bilbao, una salida larga para ser esta época, pero ya hay ganas de tute.
El tiempo dan medio malo, y acabaremos con agua, pero mereció la pena.
239 kms 4.480 metros!
Perfil:
Salgo picando más de media hora al día, aprovechando que en Bilbao y alrededores está todo iluminado.
He quedado con Joserra (gurpegi), en Ubal a las 9.00-9.30.
Está nublado pero aguanta. Hasta la escrita el terreno es fácil. En Ubal, voy algo justo de tiempo, pero apretar es tontería. Es terreno duro y queda mucho por delante.
Corono, y todavía no ha llegado… le llamo y está llegando a Lanestosa. Bajo a buscarle, se había perdido en el pueblo, le encuentro en el pueblo.
Me toca repetir puerto, ahora a la contra. Esta vertiente por lo menos me gusta más! Más fácil.
Siguiente cima de la jornada. Peña Ranero.
Ya en el tramo duro.
Hay que apretar, que tiene rampas del 17-18% que agarran bien.
Junto al cartel, una de las recompensas de coronar la subida! Un poco antes de las cuevas, y el mirador.
En Ramales de la Vitoria, toca encerrona. La Alcomba por “el lado duro”!
Una subida inédita también para mi.
Tiene un par de kilómetros exigentes, en torno al 14-15%
Luego suaviza la cosa.
Aunque tiene algún tramo duro, son rampas aisladas.
Vista de la parte “alta” de la subida.
Ahí corona practicamente la subida, con el cartel de barrio. La Alcomba.
El día amenaza lluvia, pero de momento está aguantando. Poco durará!
Bajada hacia Arredondo para avituallarse, y afrontar La Sía, por el Asón.
Nada más parar a comer en Arredondo, se pone a llover. No dejará de hacerlo.
La subida a la Sía, se hace algo más dura, con la lluvia sobre nosotros.
La cascada con agua. Está bonito pese a la lluvia.
El frío se va notando, y conferme subimos la temperatura va bajando.
Tras el collado del Asón, afrontamos la última parte. La temperatura cae, y comienza a ser agua-nieve lo que cae.
Mucho frío, sobre todo en las manos y pies.
Y la nieve empieza a cuajar en las cumbres!
A costado coronar, pero lo hemos conseguido!
Paramos en el refugio para comer y mentalizarnos para la bajada hacia Burgos.
Yo llevo los guantes “secos”, me los quité para no mojarlos y poder usarlos en la bajada.
Joserra está tiritando, y lo pasaría muy mal en la bajada. Además anda sin zapatas, y sin fuerza en las manos… por lo que se le hace aún más complicado.
Por lo menos en Espinosa acaba, y se podrá dar una ducha caliente, enseguida. A mi aún me queda bajar hasta Bilbao!
Aunque pos suerte, a partir de Espinosa de los Monteros ya no me lloverá, y acabaré fuerte.
Haciendo muy rápido los kms hasta casa (con terreno siempre a favor, claro).
A partir de 200kms encontrarse con fuerzas y poder exprimirse, es buena señal. Entreno de calidad, ganando fondo y mejorando la forma.
A sido un día de desgaste, pero bonito. Pese al tiempo, a merecido la pena.
De vez en cuando, está bien tener experiencias de este tipo, y “luchar” contra las inclemencias del tiempo.
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